Una nueva tragedia ha sacudido al país luego de que seis civiles murieran tras ser atacados a balazos por elementos del Ejército Mexicano en el municipio de González, Tamaulipas. El hecho ocurrió la noche del lunes 6 de octubre sobre la carretera Ciudad Mante–Tampico, donde los militares abrieron fuego contra una camioneta en la que viajaban las víctimas.
De acuerdo con la versión oficial, los soldados dispararon tras interpretar que el vehículo intentaba embestir su convoy, aunque testigos aseguran que se trataba de trabajadores agrícolas que regresaban a sus hogares. En el lugar murieron cinco personas, y una más falleció en el hospital mientras recibía atención médica. Dos civiles resultaron heridos.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó que los elementos involucrados fueron relevados de sus funciones y puestos a disposición de las autoridades, mientras que la Fiscalía General de la República y la Justicia Militar iniciaron investigaciones paralelas para esclarecer lo ocurrido.
Durante su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum calificó el hecho como “muy lamentable” y aseguró que el uso de la fuerza debe ser “racional y ajustado a la ley”. También prometió transparencia en las indagatorias y acompañamiento a las familias de las víctimas.
Organizaciones civiles y defensores de derechos humanos han condenado el ataque y exigido que los responsables sean llevados ante la justicia, señalando que este episodio revive el debate sobre la militarización de la seguridad pública en México y los riesgos que implica para la población civil.
Hasta el momento, las autoridades no han confirmado si los ocupantes de la camioneta estaban armados ni si existía alguna amenaza real. La versión oficial continúa bajo revisión, mientras que los familiares de las víctimas exigen justicia y una investigación independiente que esclarezca los hechos y deslinde responsabilidades.

